Un equipo internacional de astrónomos ha hecho un descubrimiento revolucionario que podría ser la mayor evidencia de vida extraterrestre encontrada hasta ahora. En un estudio reciente, los científicos han identificado una serie de compuestos químicos en la atmósfera de un exoplaneta, situado a unos 300 años luz de la Tierra, que sugieren la posibilidad de que existan condiciones adecuadas para la vida en ese planeta distante.
El hallazgo se realizó en el exoplaneta K2-18 b, ubicado en la «zona habitable» de su estrella, lo que significa que las temperaturas en su superficie podrían permitir la presencia de agua en estado líquido, un elemento esencial para la vida tal como la conocemos. Lo más sorprendente de este descubrimiento es que los astrónomos encontraron señales de metano y dióxido de carbono en la atmósfera de K2-18 b, compuestos que en la Tierra son frecuentemente asociados con la actividad biológica.
Este avance se logró gracias al uso del telescopio espacial Hubble, que permitió a los investigadores estudiar en detalle la atmósfera del exoplaneta. Los científicos sugieren que la presencia de estos compuestos podría indicar la existencia de procesos biológicos similares a los que ocurren en la Tierra, aunque también podría ser el resultado de otros procesos químicos no relacionados con la vida.
El descubrimiento marca un paso importante en la búsqueda de vida extraterrestre, ya que K2-18 b es uno de los pocos exoplanetas que se encuentra en una zona habitable y con condiciones que podrían permitir la vida. Aunque los astrónomos enfatizan que aún es necesario realizar más investigaciones para confirmar si efectivamente existe vida en este planeta, el hallazgo abre un abanico de posibilidades sobre la existencia de organismos en otras partes del universo.
Este estudio ha sido publicado en la prestigiosa revista The Astrophysical Journal Letters y es considerado un avance significativo en la astrobiología, ya que refuerza la idea de que el universo podría albergar vida más allá de nuestro planeta.